miércoles, 27 de febrero de 2008

A ojo de lombriz

Sí, es posible que para un entomólogo la idea no sólo sea descabellada sino hasta estúpida. Sin embargo, reconozcamos que la idea de ser un buscador es atractiva aunque lo pueda llevar a uno al enloquecimiento. Cuando se busca, no hay mejor manera que hacerlo a ojo de lombriz.

De las lombrices sabemos poco. Bueno, podría decir cualquiera, depende del tipo de lombriz. Existen las de lombricultura, las rojas californianas, las europeas me-da-igual-el-tipo, y seguramente otra gran variedad. Pero el hecho, es que buscar a ojo de lombriz puede ser una afición poco considerada con la gente o con uno mismo. Sí, aunque la zoología diga que las lombrices no tienen ojos.

Con la velocidad que sólo regala el haber ejecutado muchas veces el mismo acto, el hombre sentado junto a mí en el autobús urbano sacó de la bolsa interior de su chaqueta el librillo de sus notas que lo clasifica como un earthworm. Aquellas eran el testimonio de una vida dedicada a escudriñar a ojo de lombriz, pero también eran su propio testimonio de haber vivido.
Casi como un equivalente de alguna constante física, al más puro estilo de la velocidad de la luz o la constante de la gravitación universal en sus notas se podían leer preguntas, ninguna respuesta, sólo preguntas. Es curioso que al llegar a las páginas de los por qué, en la primera página para dividir las secciones se encontrara un símbolo:
ħ
Y después había escrito sólo cinco preguntas:

-Por qué todas las mujeres se creen que son gordas.
-Por qué en las bolsas de las mujeres no se encuentra nunca nada cuando se le necesita.
-Por qué las mujeres lavan en la regadera los calzones, las tangas o los boxers.
-Por qué las mujeres son tan modernas y tan conservadoras al mismo tiempo en un contemporáneo cóctel psicotizador (sic).
-Por qué las mujeres duelen.

Las preguntas rondaban en su cabeza y le golpeaban con brutalidad. Eran muy cercanas a su propio…a su propio recorrido de autobús. Se grabó, cómo sólo se puede hacer al copiar en un examen, no sólo las preguntas, pero también el símbolo.

Afortunadamente para la columna vertebral y las compañías aseguradoras los viajes en el sistema de transporte urbano no son infinitos, aunque en el verano pareciera que sí. Tan pronto bajé del autobús busqué a ojo de lombriz el símbolo, hasta por fin hallarlo.

El símbolo era una letra griega Eta modificada, que se usaba para referirse a constantes físicas. Ya sabes, a magnitudes invariables en el tiempo. Pero esta tenía una característica especial estaba atravesada por una línea en la parte superior. De modo que no podía ser la Constante de Planck. La idea de la existencia filosófica de las constantes físicas empezaba a rondar en su cabeza como algo que parecía importante. Si las constantes no lo fuesen, entonces el universo tendría que ser radicalmente diferente y nosotros también, por supuesto.
Al buscar, de la única manera que creía que debería buscarse entre las cosas, encontró que el símbolo Eta modificado que aparecía en el librillo de aquél extraño pasajero, era una representación de la Constante de Dirac y que su implicación tenía que ver con el hecho que las constantes cambian conforme el universo envejece. ¿O sea qué, las preguntas que se hacía aquél hombrecillo y en las que él mismo había comenzado a creer al viajar juntos, tendrían menor importancia conforme envejeciera el universo? A veces buscar a ojo de lombriz puede ser insensato, pero si Dirac tenía razón, entonces en algún universo las mujeres no creerían que son gordas, siempre se encontraría todo lo necesario en cada bolso femenino, los calzones no quedarían colgados en la regadera, los cócteles emocionales serían bebibles y las mujeres no dolerían…nunca.

15 comentarios:

J. L. Maldonado dijo...

El R, interesante diatriba entre las mujeres, las lombrices y las pantaleticas guindadas en la ducha. Siempre dolerán por cierto.
Ah, gracias por tus comentarios en mis escombros.

Bertha Fréitez dijo...

Está muy bonito el articulo. Me gusta. Me alegra saber que no sólo a las mujeres le duelen los hombres, je je je. Me dio mucha risa lo de las pantaletitas en la regadera! Besos. Gracias por visitar mi blog.

Hela Freyja dijo...

Quisiera poder responderte....

Algunas de tus preguntas no "me calzan"... Pero indudablemente la primera y la última... Wallis Simpson dijo "Nunca se es lo suficientemente rica ni se está lo suficientemente delgada"... Es una carga dura. Feliz aquella que logra soltarla!!! ... ¿Por qué las mujeres duelen?... ¿...sera porque existen, porque están, y porque el drama que corre por sus venas las hace sensibles y terminan por afectar y tocar a todos los que las rodean??? ...No lo sé!!!

Interesante, muy interesante...

mArXelLa dijo...

si existiese ese otro lugar dónde las mujeres no se sintieran gordas y no dolieran, creo que no sería tan divertido como lo es...por que al final siempre hay tema para discutir. ¿me veo gorda? NO gorda, éstas linda! jaa..en mi bolso nunca encuentro lo necesario a pesar de que cada día las uso más grandes. Me gusta esa combinación de modernidad y conservadurismo, por mi parte creo q soy demasiado conservadora, ese mix es extraño pero necesario. Al final, uno se da cuenta de q las mujeres duelen, si, los hombres duelen, si...pero lo que más duele es lo que más disfrutamos...el amor! el amor duele, pero vale la pena sufrirlo por lo menos una que otra vez.
bssss

El R dijo...

Gracias por venir J.L. Tal y como decía Sófocles los hombres y las mujeres (las mujeres y los hombres libres) hablan lenguas libres. Agradezco el comentario, aunque jamás he intentado una diatriba (ni como injuria, ni como ofensa, ni como improperio, ni como sermón. Todos potenciales sinónimos). Sólo un juego entre buscar o explorar con detalle (a ojo de lombriz, diría el personaje) un acto cotidiano.
Gracias por venir y escribir. Ojalá vuelvas.
Saludos

El R dijo...

Hola Bertha, qué gusto volver a verte por aquí. Pues sí, nos duelen también, qué chiste sino ocurriera. Parafraseando a Nietzche, el dolor es inevitable. El sufrimiento es opcional. Ja, ja. Bueno, acerca de la ropa interior yo diría lavarla es inevitable, la regadera es opcional.
Un beso desde el norte del mismo continente.

El R dijo...

Hola Hela. Gracias por tomarte el tiempo. En realidad coincido contigo y con la Simpson, diría yo: "Nunca se es demasiado algo siempre". Acerca de los dolores (reconozcamos que siempre hay varias formas), me gusta lo que dices. Creo que Freud lo sintetizó bien al decir: "Hay dos tipos de personas las que son felices y las que aman" Mi personaje no tuvo dudas, su filiación es de los segundos. Ja, ja.
Qué gusto encontrarte aqui. Ojalá te apetezca regresar. Por cierto, buena prosa la tuya en tu blog.
Saludos desde el norte.

El R dijo...

Marxella de mi coracao (lo siento no salen las cedillas en esta compu). Pues si. A mí me gusta este universo. Bueno, en realidad no conozco otro. Pero el punto es que las hipótesis de Planck y Dirac dieron pie a una verdadera revolución. Algunos le llaman sofisticadamente la física cuántica. El universo de lo infinitamente pequeño. El caso es que lo que hemos creído que son leyes universales e inmutables (gravedad et.al.), no aplican necesariamente en el microcosmos. Y eso es maravilloso. Porque las cosas no tienen que ser preterminadas, las posibilidades y los futuros son infinitos. Eso me gusta. Como el poema de Ezra Pound "La Zambullida".
Me gusta, me gusta lo que dices. Aunque lo del sufrimiento, tengo la impresión que es para los mártires, not for me!
Te beso, en este y en los otros universos que pueden existir, Gorda

LaClau dijo...

Querido R,
Vaya temas: lombrices, calzones, bolsas, amor, gordura, dolor, caray, no pensaría que pudiesen ir tan bien juntos como lo has hecho. Si fuésemos lombrices no estaríamos gordas, no necesitaríamos bolsas y mucho menos usaríamos chones para lavar en la regadera. Sobre el dolor, eso si que no lo se. Supongo que si el amor existe como el aire, todos los seres deberíamos vivirlo, no sé si sentirlo (¿las lombrices sienten?). En fin.
Besos desde el más acá.

LaClau dijo...

El R,
¿En dónde te has metido??????????
Da señales de vida, caramba.
Besos,
LaClau

mArXelLa dijo...

ehhh!!! que soy la visita 1000 de este famoso blogg!!!!! merezco un regalo, merezco un premio, merezco algooo!!!

Unknown dijo...

Una palabra: increíble

Raquel Graciela Fernández dijo...

Los hombres duelen mucho también, doy fe.
Gracias por arrancarme una sonrisa. Muy bueno lo tuyo.
Un abrazo!

El R dijo...

M.N. Gracias por tomarte la molestia. En verdad eres generoso. Viniendo de ti que escribes envidiablemente es muy agradable.

Saludos

El R dijo...

Hola Raquel. Gracias por venir y dedicar un poco de tiempo. También gracias por tu opinión. Me dará gusto encontrarte por aquí las veces que quieras.

Un saludo