jueves, 14 de febrero de 2008

Un día de tantos, un día de santos.

Siempre tuvo sus dudas, pero con el tiempo lo confirmaba. San Valentín, San Valientín, San Viagrentin, San Braguetín, San Briagotín. Un nombre se convertía en interminables filas en bares, restaurantes y hoteles.
Cualquier pretexto era bueno sin importar su origen. Pero qué devoción a la mediocridad sólo poder celebrar un día.
Con ese nombre, nadie pudo ser santo. Con un sólo día, ninguno aspirar a tanto.

3 comentarios:

mArXelLa dijo...

Comparto sisi...me parece mediocre no poder vivirlo siempre.
Pero por si acaso y me llega la maldición de la mercadotecnia, te envio un abrazo y un bso cibernetico, pero no por ser éste día, sino por amor...jaja me encanto lo del San Viagrentin, ojalá muchos lo usen hoy (digo por si acaso)

LaClau dijo...

Pues si, mi querido R, es una mala costumbre, muy mediocre -coincido- festejar esto sólo un día. Tampoco entiendo porque tiene que ser santo el Señor Valentín. Podríamos proponer canonizar al Sr. Cachondo o a la Sra. Festejaríamos el día de San Cachondo o Santa Cachonda. Podría ser, ¿no?

El R dijo...

Mis queridas amores Marx y Laclau, pues si, propongamos la canonización de otra figura, más pagana y más cachonda. Pero sobre todo más celebrable.

Baci, baci, baci