viernes, 22 de febrero de 2008

El ritual de la acuarela

A veces me gusta verla, sólo verla.
En la mañana, siempre tiene prisa. Pero siempre hay tiempo para salir al mundo con los colores de la brisa. Se dibuja con delineador los ojos y después acostumbra colorear con sombras mis torpezas.
Ella no me ve. Apenas hay espacio para ella en ese pequeño lienzo que dibuja. Pero me gusta verla, sólo verla. Como si pudiera recargarme sobre su hombro al inventarse todo el tiempo los matices que la acechan.
Ella cree que elige los colores que la cubren de acuerdo con su ropa o su destreza.
Un rosa
Un café
Un azul
Un turquesa
A mí me gusta verla, sólo verla.
La miro y no sé cómo, entiendo que el color que elige siempre está a tono con su risa y mi sorpresa

4 comentarios:

LaClau dijo...

Querido R,
"Pataphysics", that could only be you!!

mArXelLa dijo...

Esto es lindo, realmente lindo. En mi rostro se dibujo una sonrisa que durará hasta...una próxima sorpresa

©Claudia Isabel dijo...

Eso forma parte de los matices del amor...una bella descripción!!!
Un abrazo desde Buenos Aires

El R dijo...

Queridas Laclau, Marxc, Claudia Isabel, gracias, gracias, gracias. Besos, besos, besos. Que bueno haberlas tenido por aquí.

Laclau, sí. Ese sólo soy yo. Tienes razón. Pero asì soy yo-

Marxella, gracias la sorpresa es mía. Lo sabes y te beso.

Claudia Isabel, què halago. Gracias. Gracias por venir